lunes, 26 de diciembre de 2011

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1. Vos trabajás con un programa de dibujo vectorial o hacés bocetos previos en lápiz? Después le das una terminación en Photoshop que lo hace vintage. ¿Por qué?
El objetivo de mi obra, no importa cual sea su formato, es lograr un producto que me haga sentir bien cuando lo veo y el aspecto medio desaturado o antiguo que se ve en mis imágenes es parte de eso. Se trata de una asociación dentro de mi cabeza a los libros y los dibujos animados que pertenecen a una época de mi vida más despreocupada y para extrañarla un poco menos, intento revivirla con mis ilustraciones.

En lo que refiere a mi técnica, empleo siempre lo que me sea más placentero para trabajar. No uso vectores porque no es una herramienta que me resulte cómoda. Siempre hago un boceto en lápiz, al menos para plantear la composición inicial, a veces coloreo con pincel, otras directamente en photoshop, escaneo los dibujos y muchas texturas que después reúno digitalmente. En general, siempre intento inclinarme hacia los instrumentos analógicos, y como siempre, esta opción va mayormente de la mano del placer personal relacionado con la infancia. Las herramientas de hoy a veces facilitan las cosas, pero son menos románticas.
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2. Cómo trabajaste en Pulp Fiction’s Action Figure Collection poster?

Me invitaron a participar de una muestra en San Francisco cuyo tema era las películas de Tarantino y de los hermanos Coen. Así que elegí la que para mí es la mejor película de Tarantino para hacer un poster. A partir de ahí me dediqué a ver la película una y otra vez para no olvidar ningún detalle. La idea de las figuras de acción surgió de la escena en la que Butch ( Bruce Willis) elige las armas para vengarse de un grupo de publicitarios que están en el sótano de una agencia sodomizando a un cliente.
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3. Cuánto tiempo te lleva hacer una obra como 111 Archer Avenue?
No podría saberlo porque la realización de una obra lleva más que estar con el lápiz en la mano. Es decir, hay que estudiar los personajes y los escenarios, si se trata de una película, verla varias veces, y sobre todo, despegarse de la obra un tiempo, porque es cuando uno vuelve a ella el momento en que aparecen los errores de composición o de color.

Por otra parte, me resulta muy aburrido hacer una sola actividad, así que dibujo sólo cuando tengo ganas. El tedio se nota en la obra, y eso no está bien.
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4. Me podés contar con más detalle cómo trabajaste en Ten Great Years?
Siempre me gustaron mucho los Beatles, y tenía ganas de ver colgado un poster en mi estudio que me recordara todo lo que ellos hicieron y todos los cambios que ocurrieron en tan poco tiempo. Para mí es una especie de memento mori, un recordatorio de que el tiempo pasa muy rápido y que no hay tiempo para descansar. A los 30 años de edad, John Lennon ya había escrito y grabado cerca de 300 canciones, muchas de ellas geniales. Ahora piense lo siguiente: ¿Qué ha hecho usted hasta ahora? ¿Qué está haciendo en este momento? ¿Acaso planea sus próximas vacaciones en Mar del Plata? ¡Usted necesita un poster en su pared de manera urgente!

Para hacer la ilustración, escribí una lista de los momentos más significativos de su carrera y reuní algunas imágenes de referencia. Y como soy un poco obsesivo, mientras dibujaba sólo escuchaba música de los Beatles según la época en la que me estaba ocupando.
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5. Dónde encontrás la inspiración para hacer estas obras?

En la ducha. Es curioso que mis mejores ideas se me ocurran cuando estoy desnudo.
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6. Cuáles son tus influencias? ¿Cuáles fueron tus maestros?
Sobre todo las ilustraciones los libros de los 50 hasta fines de los 70, muchos cartoons de UPA, Depatie-Freleng y algunos de Disney, diseñadores como Saul Bass o Paul Rand, Jim Flora, Miroslav Sasek, los pintores flamencos, el humor de Quino y muchos otros que ahora no recuerdo. Maestros no tuve casi ninguno, soy más bien autodidacta, aunque estudié pintura una temporada con Kenneth Kemble, en donde aprendí más de la buena vida y de cómo hacer un buen gin tonic que de pintura.